sábado, 16 de septiembre de 2017

Geología y ferrocarril en la vía verde de Ojos Negros (I)

     Las obras que son precisas para realizar la construcción de una línea ferroviaria pueden servirnos para descubrir aspectos de la naturaleza desconocidos y que aparentemente no tienen nada que ver con el ferrocarril. Es el caso del importantísimo yacimiento arqueológico de Atapuerca, cuyo descubrimiento se debe al corte realizado en la trinchera de una línea de ferrocarril o a las cuevas repletas de estalactitas y estalagmitas descubiertas durante la perforación de uno de los túneles de la línea de Zaragoza a Reus por Caspe.


     En Teruel tenemos la estupenda oportunidad de transitar por la vía verde de Ojos Negros y, si sabemos mirar, podemos aprender mucho del entorno por el que transcurre a la vez que damos un agradable paseo. Así, de nuestro entorno, podemos apreciar la riqueza etnográfica, botánica, faunística, etc. de nuestra región o como en el caso que presentamos hoy, su variedad y riqueza geológica.
 
Perfil del ferrocarril en la zona
 de nuestra excursión.

     Por lo tanto hoy proponemos un paseo por las inmediaciones de la capital turolense para conocer y aprender curiosidades de la historia geológica de nuestro entorno sin nada más que dar un agradable paseo en bicicleta por el antiguo trazado del ferrocarril minero.
 
Mapa geológico de la zona que recorreremos.
En verde el trazado del ferrocarril.
(Datos IGME y elaboración propia)

     Comenzamos accediendo a la vía verde desde la pista forestal que va desde Fuente Cerrada a la Fuente Carrasco. Nada más cruzar la autovía A23 nos encontraremos con un puente de mampostería de la antigua vía de Ojos Negros a Sagunto a la altura del PK 66/400 del ferrocarril. Antes de cruzarlo giramos a la izquierda para ganar el nivel de la traza del antiguo ferrocarril. Cogeremos el sentido del kilometraje descendente hacia la izquierda en dirección a Ojos Negros.

 
Puente a partir del cual accedemos a la traza del ferrocarril

Por este punto accedemos a la vía verde

     Enseguida llegamos a un edificio que constituía la antigua estación de Valdecebro. Esta estación se hallaba  en el PK 66/051 a mitad del trayecto entre la de Los Baños (Teruel) y Puerto Escandón y permitía el cruce de los trenes ascendentes y descendentes que trataban de salvar el fuerte desnivel entre ambas estaciones. En sus inmediaciones podemos hacer una parada, pues en un lateral de la estación se han instalado bancos y mesas que permiten hacer un descanso o el avituallamiento.

Antigua estación de Valdecebro y zona de descanso

     Atravesamos por esta zona algunas trincheras de materiales constituidos fundamentalmente por arcillas rojas. Estos materiales tienen su origen en rellenos sedimentarios de épocas relativamente recientes (Mioceno hace 12 millones de años). En los cortes de las trincheras podemos observar cómo se van depositando los distintos tipos de materiales: gravas más gruesas, arenas y arcillas finas en estratos o capas horizontales. Con el paso del tiempo, las gravas formarán conglomerados compactos, y las arenas y arcillas formarán areniscas. El corte de la trinchera también nos permite ver cómo la erosión diferencial actúa con mayor rapidez sobre los materiales más blandos.

Conglomerados formados por consolidación de gravas en la parte superior
protegen de la erosión a las arcillas sueltas de los estratos inferiores

Trincheras de arcillas y gravas

La erosión de las arcillas en las trincheras siempre creó problemas
para el mantenimiento del ferrocarril. Las defensas que vemos en la imagen
 son recientes para protección de la vía verde.

Observamos las acumulaciones de materiales de distinto grosor
en diferentes episodios de depósitos. Sobre ellos actúa la erosión
 desgastando más los materiales más blandos (erosión diferencial).

     Seguidamente atravesamos un falso llano en el que se encuentra la localidad de Valdecebro. Se trata de un falso llano porque, a pesar de que parece que el valle se ensancha en una zona sedimentaria de aluvión, la vía sigue descendiendo en una pendiente de 20 milésimas, lo que facilita nuestro pedaleo con la bicicleta en favor de la pendiente. A nuestra izquierda queda la loma de Los Mansuetos, de paredes bastante verticales, que son el efecto de la falla activa de Teruel. Al otro lado de esta montaña se halla la ciudad.

En las proximidades de Valdecebro, el terreno es más llano
 y demuestra su origen aluvial

En el PK 63 observamos una trinchera que alterna estratos arcillosos
con conglomerados formados por cementación de gravas.
Se comienza a perder la horizontalidad de los estratos
debido al empuje de fuerzas tectónicas que deforman el terreno.

     Dejando atrás el pueblo de Valdecebro, entramos en un estrechamiento del barranco de la rambla de Rioseco (PK 61) donde en las trincheras vamos viendo rocas más duras y grises que las de antes. Están formadas por arcillas y margas varioladas con yeso. Esto se debe a que pasamos de materiales terciarios a rocas del Triásico. Estas rocas son bastante más antiguas (de hace 200 millones de años). Esto lo podemos ver en las paredes de las trincheras que dejan al descubierto abundantes deformaciones de los estratos, lo que da idea de los esfuerzos tectónicos y presiones a los que se vieron sometidas estas rocas. Los estratos pierden la horizontalidad y adoptan extrañas y curiosas formas. En estas rocas podemos ver formaciones de yeso cristalino. La formación de yeso en este tipo de rocas suele ser consecuencia del lavado (lixiviación) de la caliza de las rocas sedimentarias en las que la marga es sustituida por sales compuestas por azufre (evaporitas) disueltas en el agua, que cristalizan en forma de yeso. Los cristales de yeso (anhidrita hidratada) son perfectamente visibles y si pasamos la mano por la roca podemos hacernos algún corte en la piel.

Estratos de margas con yeso fuertemente deformados 

En los cortes de esta trinchera podemos observar curiosas deformaciones 

Los estratos aquí han perdido por completo la horizontalidad.
Se observan fuertes microdeformaciones. 

Debido a la debilidad de los materiales
los estratos adoptan formas muy sinuosas.
Si las rocas fuesen más duras, se produciría
además fracturación. 

     Poco más adelante, pasamos justo por debajo de un viaducto de la autovía A23. El ferrocarril trata de salvar en este punto el estrechamiento de la rambla acomodándose a la sinuosidad de la traza fluvial manteniendo una pendiente de 18,7 milésimas. En las trincheras del ferrocarril, de gran altura esta vez, observamos formaciones de rocas (calizas dolomíticas) del Triásico pero más antiguas y por ello más compactas, que se muestran en forma de bloques con gran fracturación.

Calizas dolomíticas. Rocas más duras y consolidadas
que responden a las fuerzas tectónicas con su fracturación en bloques

     Seguidamente abandonamos nuevamente el terreno triásico para avanzar sobre materiales terciarios. Cruzamos por debajo de la autovía y de la carretera que va a Corbalán. Y llegamos al paraje conocido por los locales como “Puente Minero”, donde nos detendremos un poco.

Bordeamos la rambla camino del Puente Minero

Viaducto comúnmente llamado Puente Minero

     El Puente Minero es un viaducto de siete arcos de diez metros de luz cada uno construido para que el ferrocarril salve el profundo barranco de la rambla del Salobral. Se halla situado en el kilómetro 59 del ferrocarril. Es uno de los parajes más típicos de la línea minera entre Ojos Negros y Sagunto. También ha sido inmortalizado por John Carter quien en los años 60 del pasado siglo, en uno de sus viajes por tierras españolas, hizo varios reportajes fotográficos sobre trenes de vía estrecha y en uno de ellos realizó una instantánea  de este viaducto siendo atravesado por un tren de mineral remolcado en doble tracción por cabeza y cola.

John Carter inmortalizó este puente con esta espectacular fotografía
 que nos muestra un tren de mineral de hierro ascendiendo
 remolcado por una doble tracción por cabeza y cola
(spanishrailway.com)

El puente en la actualidad
Variación de colores del terreno según va variando su composición.

     El Puente Minero supone la transición de materiales del Mioceno al Triásico. Desde este puente podemos ver la variación de colores de los materiales, desde más rojizos correspondientes a arcillas rojas hasta azulados con mayor contenido en margas pasando por los tonos marrones. En este punto con un pequeño paseo por los alrededores podemos encontrar un abundante yacimiento de teruelitas en las arcillas del Keuper. La teruelita es un mineral datado por primera vez en esta zona y de ahí su nombre, aunque también se han encontrado ejemplares en las provincias de Valencia y Granada. Se corresponde a una variedad de dolomita con impurezas de hierro que le dan su característico color negro. Se presenta en cristales rombododecaédricos de hasta dos centímetros. Hace tiempo se intentó promocionar este mineral propio de Teruel como piedra del amor pero, dada su baja dureza, se desestimó su uso gemológico.

Teruelitas 

Cristales romboédricos de teruelita

Los cristales suelen separarse de la matriz
 y se dispersan 

     Si continuamos nuestro paseo por los alrededores de este paraje también podremos encontrar pequeños cristales de cuarzo rojo, de la variedad denominada Jacinto de Compostela asociadas arcillas yesíferas. Es reseñable también percatarnos de la abundancia de pequeñas vetas de yeso que se han formado entre las grietas de las arcillas. El yeso es un tipo de roca de las denominadas evaporitas, que se forma cuando el agua saturada de determinadas sales sufre evaporación formando cristales. Este tipo de rocas también nos indican que antiguamente esta zona era un lugar árido y en el que había un mar o lago interior que favoreció este proceso de formación.  

Roca madre en la que se están formando cristales de cuarzo
en su variedad roja llamada Jacinto de Compostela.

Cristal de Jacinto de mayor tamaño desprendido de la roca.

El agua que circulaba entre las grietas de las arcillas
ha acabado precipitando sales de yeso que ahora forman vetas.


     En el próximo artículo completaremos nuestra excursión por la vía verde que nos llevará hasta la estación de Teruel (Los Baños) donde además podremos contemplar la famosa falla de Concud.

Fuente: IGME, Mapa geológico de España, hoja 567 Teruel
             Geolodía 09, Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis

1 comentario :

  1. Magnífico reportaje y demostración de como descubrir otras facetas del entorno ferroviario en nuestras excursiones. En mi caso es además, otra de mis inquietudes. Gracias por este buen trabajo.
    Jesús (Asociación de Huesca - AAAF).

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