Albentosa: el pueblo turolense con cuatro estaciones

     Cual si se tratara de una gran capital española, existe un pueblo en la provincia de Teruel que ha llegado a contar con nada menos que cuatro estaciones de ferrocarril. Ni que decir tiene que en el caso de las grandes ciudades, las necesidades de la gran demanda de transporte de sus pobladores y la competencia de las distintas compañías que tratan de cubrir esa demanda provocaba la proliferación de estaciones que rinden servicio a las distintas líneas, que en muchas ocasiones son de distintas longitudes y anchos de vía. 

     No es el caso que nos ocupa hoy. La localidad de Albentosa, encaramada en la ladera de un risco, es un modesto pueblo que por diversas circunstancias ha acogido en su término municipal hasta cuatro estaciones ferroviarias, aunque ninguna de ellas en las cercanías del verdadero núcleo de población.

Vista de la localidad de Albentosa en lo alto de un risco flanqueada
 por la vía minera convertida actualmente en vía verde (foto CS).

     Las dos primeras se corresponden a las que la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón construyó a partir de 1901 para dar servicio a las poblaciones de Mora de Rubielos y Rubielos de Mora en los kilómetros 178/800 y 182/900 (54/285 y 58/320 respectivamente de la construcción).

Estación de Mora de Rubielos del Central de Aragón (foto CS).

Estación de Rubielos de Mora del Central de Aragón (foto CS).

     La empresa se vio obligada a establecer estaciones de segunda categoría que rindieran servicio a estas dos poblaciones por imposición del pliego de condiciones de la concesión. Dado que la traza de la línea establecía el cruce del río Albentosa por el paraje donde se sitúa el actual viaducto de ese mismo nombre, se instalaron sendas estaciones en la mencionada situación a una distancia de unos tres kilómetros cada una de ellas del núcleo de Albentosa . Pero, a pesar de lo que sugieren sus nombres, estas estaciones se hallan dentro del término municipal de Albentosa. Por ello, la denominación oficial de la estación de Mora de Rubielos es Mora de Rubielos-Albentosa.

Diseño original del rótulo de la estación de Mora de Rubielos-Albentosa
realizado por los ingenieros del Central de Aragón (Archivo ATAF). 

Estado del rótulo prácticamente idéntico al diseñado en 1897 (foto CS).

  

     La siguiente estación se abrió algunos años después, en 1907 para dar servicio al ferrocarril minero de Sierra Menera que unía las localidades de Ojos Negros con Sagunto. Se trata de la estación de Albentosa y está situada muy cerca de la de Rubielos del Central de Aragón en las proximidades de la Venta del Aire en el punto kilométrico 108/600 de esta línea de ancho métrico. Esta estación no prestaba servicio general de viajeros y mercancías ya que sólo se trataba de un apartadero técnico para el cruce de los trenes de mineral de hierro cargados y vacíos que servían a las minas de Ojos Negros en su ir y venir hacia y desde Sagunto.

Estación de Albentosa perteneciente al ferrocarril de Ojos Negros a
Sagunto actualmente convertido en vía verde (foto CS).

     Finalmente, tras la asunción del transporte del mineral de hierro de Ojos Negros a Sagunto por parte de Renfe en 1972, la compañía estatal estimó la conveniencia de crear un nuevo apartadero de gran longitud entre las estaciones de Rubielos de Mora y Barracas, que permitiera los cruces de los trenes de mineral de gran longitud y que permitiera a estos pesados trenes salvar con más comodidad los cambios de rasante que hay en las inmediaciones de aquellas estaciones. Así, en 1976 se proyectó el apartadero de Albentosa, que se construyó durante el año siguiente en una trinchera situada en el kilómetro188/525. Este apartadero contaba con enclavamiento mecánico mediante centralización de palancas y se dio de alta el 24 de mayo de 1977 pero no llegó a prestar servicio efectivo, puesto que tras su inauguración, no se consideró necesaria su apertura a la circulación y siempre se mantuvo como apartadero cerrado apto para la circulación, hasta 1991 cuando se decide el levantamiento de cambios y su conversión en apeadero para acabar con su desmantelamiento final en la primera década de este siglo: un ejemplo más de instalaciones modernas necesarias, proyectadas y realizadas pero a las que nunca se ha dado utilidad.

Apartadero de Albentosa cuando ya se habían levantado las agujas
 pero conservaba la vía de apartado (foto CS).

CS