viernes, 27 de mayo de 2016

Un conflicto laboral entre los maquinistas y Renfe deja a los viajeros en el autobús

     Con motivo de una inminente convocatoria de traslados de maquinistas se ha puesto de manifiesto la descatalogación de Teruel como residencia estratégica para este colectivo de trabajadores. La pérdida de la condición de residencia estratégica supone que las bajas de los maquinistas que se produzcan en la plantilla no se sustituyen con nuevos trabajadores, lo que aboca al cierre de la dependencia de Tracción en Teruel a medio plazo (unos cinco o seis años), dada la elevada edad media del colectivo de maquinistas. De esta manera, las carencias de personal en Teruel se suplirán progresivamente con maquinistas de Zaragoza o Valencia hasta la eliminación completa de las dependencias de Tracción en Teruel, lo que a fecha de hoy afecta a 28 puestos de trabajo.



     Este cambio en la estrategia de Renfe respecto a Teruel ha creado un fuerte malestar entre los ferroviarios, tanto de la propia Renfe como de Adif, pues puede condicionar la eficiencia en la propia operación ferroviaria y encarecer el transporte de viajeros y por lo tanto su rentabilidad futura. 

     Este colectivo prevé que suceda en viajeros lo que ya ocurrió en el ámbito de mercancías. En este departamento, la eliminación del personal en Teruel y su sustitución por maquinistas de Zaragoza elevó considerablemente el coste operativo de los trenes, de manera que hizo inviable la rentabilidad económica de algunos servicios. Así se perdió, por ejemplo, el tráfico de arena que se transportaba desde Teruel hasta Cuarte, que fue a parar a la carretera. La dispersión de residencias de maquinistas por todo el territorio español es uno de los mayores activos de que dispone Renfe, pues permite la operación de trenes desde y hacia cualquier punto de la red ferroviaria sin que se excedan los tiempos de conducción y de jornada máximos establecidos. Así, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana existen seis residencias de maquinistas, todas estratégicas. Por el contrario, en Aragón, con un 38 % más de líneas férreas, de las dos únicas residencias que hay se pretende suprimir la de Teruel.


     Por este motivo, la posibilidad del cierre de la residencia de maquinistas de Teruel ha creado una fuerte tensión laboral entre el colectivo de trabajadores y la dirección de Renfe. La primera medida tomada ha sido el cumplimento riguroso de la normativa laboral por parte de los maquinistas, lo que ha provocado, que ante la insuficiencia de personal, algunos servicios se hayan tenido que prestar en autobús. 

     Sorprendentemente, el sindicato de maquinistas SEMAF (mayoritario en Renfe) se ha puesto del lado de la empresa, lo que perjudica a los trabajadores turolenses (SEMAF también ostenta mayoría de representantes a nivel local en Teruel). Por su parte, el sindicato CC. OO. ha interpuesto un conflicto colectivo contra la empresa para lograr la restitución de la categoría de residencia estratégica que impida la pérdida de puestos de trabajo en Teruel y facilite el sostenimiento de la línea.


     Mientras tanto, los agentes sociales no acaban de entender esta actitud de la empresa ferroviaria pública, ni la tibieza con la que esta medida ha sido acogida desde la administración autonómica, pues se interpreta como una muestra más del proceso centralizador de Zaragoza, ya que la pérdida de estos puestos de trabajo en Teruel en favor de la capital aragonesa va en contra de las intenciones meramente nominales de nuestros representantes políticos en Zaragoza respecto al reequilibrio del territorio y vertebración de la comunidad.

CS




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